Blog de Artes Curativas y Novedades
Centro terapéutico Palinay
Ya estoy atendiendo en el centro terapéutico Palinay que se encuentra en Avda Martín Ochoa 825, Algarrobito. Encontré este lindo espacio que tiene un gran equipo de profesionales, bellas personas que ofrecen fonoaudióloga, terapia ocupacional, kinesiología, psicología, psicopedagogía, yoga etc...y me sumo para complementar lo mucho que ya ofrecen.
A partir de hoy estaré dando sesiones de masaje, drenaje linfático y biodinámica cráneosacral Integral.
Por supuesto hay que reservar una hora antes pero ya saben cómo contactarme. 📱+569 61208530. Las y los espero!
Y para los que son de La Serena y no quieren viajar a Algarrobito habrá novedades pronto.
Manténgase al tanto!
Buenas noticias !
El Centro Artes Curativas está en reconstrucción. Pronto avisaremos donde atendemos y en que horario.
Terapias en tiempos de pandemia
Feliz año de Rata de Metal.
Horarios actualizados del mes junio
Charlas gratuitas
Todos los meses hay una charla el primer miércoles del mes a las 20hrs.
La idea era que nosotros como terapeutas hagamos una presentación para que los colegas sepan de que se tratan las otras terapias pero la invitación se extiende al público, a todos que tengan interés.
Cuidar la flora intestinal permite una Vida sana
Conferencia Medicina Antroposófica Dr Fernán Díaz
La terapia cráneosacral
Recién tuve un paciente para la terapia cráneosacral y decidí escribir un poco al respecto para compartir con ustedes cómo se realiza una sesión y cómo se siente el trabajo.
Voy a llamar al paciente Andrés. Él vino a mí con un dolor en el hombro y brazo del lado derecho. También sufre de migrañas recurrentes y dolor de espalda.
Andrés tiene mucho trabajo. Ultimamente ha tenido conflictos con su pareja. Conversamos y me cuenta un poco sobre los conflictos en su hogar, el estrés y el agotamiento emocional que han estado ahí durante un largo período de tiempo. El dolor del hombro/brazo lo tiene durante un año ya. Tal como el dolor de espalda y las jaquecas va y viene, a veces se siente mejor y otros días se siente más.
Empezamos el tratamiento
El se acuesta de espalda, yo me siento cerca de sus pies y tomo los talones en mis manos. Palpo su ritmo cráneosacral a traves de los pies y lo primero que siento es una falta de energía vital.
El lado derecho parece tener más, hay más movimiento sutil de energía, el lado izquierdo es bastante rígido y tiene una sensación de frío.
El ritmo cráneosacral es asimétrico y la calidad del ritmo es algo "pegajoso".
Mantengo sus pies durante casi 20 min. No muevo mis manos, solo trabajo con intención y estoy presente con todo mi ser. Estoy escuchando su fascia, donde me quiere llevar y lo que me "cuenta". Mi mente observa y sigue el flujo de energía que los Chinos llaman Chi y los Hindus Prana. Esa energía que es el aliento de la vida, que viene de la fuente.
Tengo la intención de soltar el lado izquierdo. Mi mano es como una pluma abierta, sujeta muy ligeramente sin usar fuerza y reaccionando a cada pequeño soplo de aire (a dentro).
Después de un tiempo, el lado izquierdo se relaja y la energía comienza a burbujear desde el pie como desde una vertiente, desde abajo. Solo la noto, voy con ella hacia donde va, donde quiere ir y observo el lado derecho.
Me doy cuenta que el lado derecho se ordena mientras aparece el lado izquierdo y después de unos minutos más, pregunto a Andrés como está. Está mejor dice, más relajado. Un rato despúes digo suavemente "llegamos", algo que nunca había dicho antes en una sesión. Mi sensación fue que habíamos llegado a un lugar donde Andrés estaba ahí. Completamente ahí, su energía vital estaba junta, concentrada, no un poco aquí y un poco allá. Lo comprobé con él y él también sintió los cambios y se sentía mejor. Y ahí es donde nos quedamos por un tiempo. Andrés llegó a re-conocer este lugar de ser completo. Su sistema quería llegar ahí, todos nosotros queremos llegar ahí. Conocemos este lugar y nos recordamos de el. Así que nos quedamos un poco más de tiempo antes de pasar al sacro y la parte superior del cuerpo.
Durante el tratamiento tengo que ser muy consciente del paciente (por supuesto) pero también de mí mismo. No puedo estar pensando Y estar presente. La terapia cráneosacral es una forma de meditación. Mindfulness, plena conciencia, en el sistema de otra persona. Voy escaneando como se siente cada rinconcito del cuerpo y tal vez aplico una técnica muy sutil (un empujón-cito) para ayudar al cuerpo a autosanarse. Si no estoy atenta, no estoy mirando ni escuchando al paciente 100%. Si estoy incómoda o no respiro adecuadamente, no percibo adecuadamente lo que está sucediendo. Si mi mano está rígida en vez de flexible no puede reaccionar al flujo de energía del paciente. Si está demasiado pesada para el cuerpo del paciente, lo estoy manipulando. Tiene que ser como una pluma.
Sigo adelante, hacia arriba ... siento que su energía hepática está baja, me quedo donde las suturas de los huesos craneales y cuando terminamos conversamos.
Me dice qué cuando más sintió el brazo durante el tratamiento también llegaron pensamientos, recuerdos y emociones que tenían que ver con su pareja y que está seguro que había una conexión con los problemas que vivió con ella y que su brazo derecho es el que está haciendo todo, soportando todas las dificultades, el estrés y el que le hace seguir adelante a pesar de todo el agotamiento.
Me siento muy agradecida de su confianza porque me ha dado la oportunidad de ver, conocer y tocar su alma, lo más sagrado de nosotros. Gracias, gracias, gracias!
Dos días después me llega un mensaje en que me cuenta que estaba cansado después del tratamiento, tuvo que descansar pero ahora se siente bien, todo fluye y los ultimos días se sintieron armoniosos.
Cronología del desarrollo del bebé
y la importancia de la libertad de movimiento para su desarrollo psicomotor e intelectual:
La clave es siempre el respeto.
Debemos permitir a nuestros hijos desarrollar su iniciativa, curiosidad, creatividad y autoestima a través del impulso a su autonomía. Criar con apego y amor no significa sobre-proteger a nuestros hijos, debemos dejarlos ser ellos mismos.
Debemos respetar la autonomía de los bebés, empezando por permitirles el desarrollo libre de su propia motricidad, “atándonos” las manos para no interferir en su propios procesos. Respetar sus tiempos, para girarse, sentarse, gatear, ponerse de pie, etc., manteniéndonos como observadores de un proceso natural que sigue su curso con perfección si lo dejamos ser con independencia. No es necesario entrenar con los niños ni ayudarlos en el desarrollo de sus movimientos. Los bebés lo hacen todo solos si los dejamos. Lo logran con mucha perseverancia. Son persistente y repitan una y otra vez los mismos movimientos antes de lograr los grandes pasos que en nuestra sociedad son considerados los logros (giro hacia delante, hacia atrás, sentarse, reptar, gatear, ponerse de pie y caminar) y ver que para ellos antes de llegar ahí hay muchas otras etapas que no se deberían perder pues son esos pequeños pasos los que hacen que el paso final se de con firmeza y seguridad.
Cuando los bebés son independientes a nivel motriz pues se sienten muy a gusto estando en el suelo mirando sus manos, moviendo la cabeza, experimentando con su cuerpo y luego reptando, gateando, etc.
Cuando intervenimos en el desarrollo motriz de nuestros hijos poniéndolos o “ayudándolos” a estar en posiciones a las que no han llegado ellos por sí solos lo que hacemos es evitar o eliminar estos pasos que son esenciales para el desarrollo psicomotor e intelectual de los niños. Además, eliminamos su iniciativa y motivación hacia el propio aprendizaje y esto se verá reflejado en el futuro desarrollo del niño y el adulto. El bebé puede hacerlo solo, hay que acompañarlo respetuosamente protegiendo el ambiente en el que se encuentra para que se sienta seguro y pueda desarrollarse.
Entender la diastasis recti
y la función del piso pélvico y la importancia de los ejercicios postparto para evitar dolores lumbales, incontinencia urinaria y prolapso uterino.
Fue durante mis estudios de Fisioterapia en Alemania que escuché por primera vez sobre el prolapso del útero. Ví imágenes del útero saliendo de la vagina y nuestra profe dijo que muchas mujeres simplemente lo empujan hacia arriba cuando sale. La idea de que ésto le sucediera a alguien me espantó y mientras era joven pensé ¿por qué alguien no haría los ejercicios que pueden evitar que esto suceda? (Ahora siendo mamá, sé cuán difícil es tomarse el tiempo para hacer ejercicios ;-) )
Aprendimos que el prolapso uterino a menudo acompaña a la incontinencia urinaria y que ambos están asociados con un suelo pélvico débil que a su vez está conectado a una diástasis abdominal y que no es capáz sostener los órganos en su lugar.
Muchas cosas pueden debilitar el suelo pélvico, pero la causa más común, y de la que quiero hablar, es el embarazo y el parto.
=> Hablemos primero de la diástasis abdominal...
La separación ocurre en respuesta a su útero que empuja contra la pared abdominal y las hormonas del embarazo que ablandan el tejido conectivo. La separación puede ocurrir en cualquier momento en la última mitad del embarazo, pero es más problemática después del embarazo cuando la pared abdominal es débil, cuando ya no hay un bebé adentro para ayudar a sostener. Nada menos que un 66% de las embrazadas tiene diástasis en el tercer trimestre.
=> Factores durante el embarazo que pueden causar separación prematura (antes del tercer trimestre)
1. Postura pobre
2. Actividades diarias (por ejemplo, levantarte de la cama sin ponerte de lado previamente)
3. Ejercicio incorrecto durante el embarazo
4. Embarazos múltiples y muy seguidos
=> ¿Y todo esto qué tiene que ver con el suelo pélvico…?
La gestación tiene una influencia importante sobre el suelo pélvico. Y como el suelo pélvico no actúa de forma aislada en nuestro cuerpo sino que necesita la ayuda de algunos "colegas" (el diafragma, la parte lumbal de la columna y la pared abdominal) es necesario que todos estos elementos actúen de manera armónica, ya que el fallo en alguno de ellos repercutirá inevitablemente en el resto.
Por eso, si tras dar a luz te han diagnosticado o sospechas que puedes tener una diástasis abdominal, la recuperación de tu abdomen y la estabilidad de tu centro o core van a ser el primer hito a conseguir en la rehabilitación postparto de tu suelo pélvico.
Los músculos abdominales recti están unidos entre sí por un tejido conjuntivo fibroso, rico en colágeno, y van desde la cara anterior de las costillas a la parte superior del pubis, es decir, a la parte anterior del compartimento abdominal.
La función principal de estos músculos es la de mantener el cuerpo erguido, permitir la flexión del tronco y la inclinación (hacia el lado de la parte que se contrae), así como actuar durante la respiración: limitando la inhalación y favoreciendo la exhalación.
=> Factores de riesgo de la diástasis
1. Aumento de peso
Los aumentos excesivos de presión en la cavidad abdominal provocados por un incremento del peso corporal pueden provocar que la línea alba se dañe al no soportar la tensión a la que se ve sometida.
2. El embarazo
Durante la gestación se produce una respuesta fisiológica natural en el cuerpo de la futura mamá para adaptarse a los cambios que genera el crecimiento del bebé. A fin de brindarle el espacio que necesita para desarrollarse, tiene lugar una gran distensión en los tejidos de la pared abdominal. Esto se une, además, a un importante cambio hormonal, aumentándose la concentración de hormonas como la relaxina, progesterona, elastina y estrógenos, que alteran la composición del colágeno, haciendo que se debilite el tejido conectivo que une los rectos.
Los embarazos múltiples, los bebés de mucho peso o una embarazada con poco tono muscular, son otros de los factores de riesgo en la aparición de la diástasis.
3. El parto
No sólo el embarazo puede provocar la separación de los rectos del abdomen. Los partos complicados con muchas horas de pujo también pueden dañar este tejido. Y las cesáreas no son garantía para evitarlo: debido a que también hay pacientes con diástasis que han dado a luz por cesárea.
4. Trabajo abdominal
Cuando ejercitas los rectos del abdomen, aumentas la presión en el interior del compartimento abdominal, algo que también sucede cuando realizas grandes esfuerzos mantenidos o continuos, como cargar y transportar pesos elevados.
=> ¿Por qué es perjudicial la diástasis abdominal?
Como te decía, la diástasis no es sólo un problema estético caracterizado por un vientre de aspecto flácido y descolgado, del que incluso “salen bultos” cuando realizas un esfuerzo (la pared abdominal no es capaz de contener las vísceras y éstas protuyen hacia el exterior creando un abultamiento).
La diástasis es también un problema funcional, puesto que existe una importante relación entre la diástasis y las disfunciones del suelo pélvico, como la incontinencia urinaria, los proplapsos y el dolor pélvico.
Pero no sólo eso, ya que la diástasis también se relaciona con…
1. Una mala estabilización del centro corporal, del core, lo que repercute directamente en el mantenimiento de la postura.
2. Dolores de espalda.
3. Problemas digestivos (malas digestiones, gases, estreñimiento y posibilidad de herniación de las vísceras abdominales).
=> Cómo solucionar la diástasis abdominal
La diástasis de rectos se puede mejorar, pero la recuperación completa, la vuelta a la posición y aspecto iniciales es muy difícil de lograr. El éxito del tratamiento dependerá en gran medida de la distancia de separación, en anchura y profundidad, que se haya producido entre tus músculos.
Además de ponerte en manos de un profesional, que evalúe tu diástasis y diseñe un plan de tratamiento especialmente adaptado a tus necesidades, puedes poner en práctica estas recomendaciones que te ayudarán a revertir o, por lo menos, no aumentar la separación de tus rectos abdominales.
1. Stop a los abdominales tradicionales
Todavía hoy son muchas las mujeres que piensan que la mejor forma de reducir su perímetro abdominal y perder esa incómoda tripita consiste en realizar interminables baterías de ejercicios abdominales: completos, “pequeñitos” (los que sólo separan ligeramente hombros del suelo), oblicuos, “inferiores” (elevando ambas piernas hacia el techo)… vamos, distintas versiones pero, al fin y al cabo, los abdominales de toda la vida.
Los ejercicios abdominales tradicionales, esos en los que realizas una flexión del tronco aproximando las costillas a la pelvis, están absolutamente prohibidos si tienes diástasis. Las planchas, el V-Sit, los crunches (abdominales hacia delante y oblicuos) suponen un riesgo para el suelo pélvico, especialmente si éste se encuentra debilitado. Pero si, además, tus rectos del abdomen están más separados de lo habitual, lo único que vas a conseguir realizando abdominales tradicionales (además de someter a una hiperpresión a tus músculos perineales) es aumentar esa diástasis de rectos, esa separación.
Asimismo, las posturas de torsión y los impactos pueden perjudicar la diástasis.
2. Tonifica el músculo transverso del abdomen
El principal objetivo va a ser recuperar la funcionalidad abdominal. Para ello vas a tener que trabajar a conciencia el transverso del abdomen, un músculo abdominal profundo. ¡ACTIVA TU CENTRO!
3. Evita valsalvas
O lo que es lo mismo, los esfuerzos en apnea (aguantando la respiración) que se producen en tu día a día, y de los que probablemente no seas consciente. Hay que evitar todo aquello que suponga una presión en el abdomen, como por ejemplo, coger o transportar peso, realizar pujos para defecar, o levantarte de la cama sin ponerte de lado previamente.
4. Acaba con el estreñimiento
Además de un problema digestivo bastante molesto, el estreñimiento es uno de los grandes enemigos de nuestro suelo pélvico y, en caso de tener diástasis, con más razón deberemos evitarlo, pues los esfuerzos defecatorios que realizan las personas estreñidas en el momento de la evacuación suponen una hiperpresión abdominal que puede aumentar aún más la separación entre los rectos del abdomen, así como perjudicar los músculos del periné.
5. ¿Segundo embarazo antes de la recuperación? ¡No, por favor!
Si puedes evitarlo, dale a tu diástasis el tiempo y los cuidados necesarios para recuperarse. Y por supuesto, te animo a que lleves a cabo una prevención supervisada por un buen profesional para evitar que la diástasis vuelva a aparecer.
6. Gimnasia Abdominal Hipopresiva
En nuestro objetivo de recuperar la funcionalidad del abdomen, necesitaremos trabajar la cincha abdominal. Realizando esta técnica experimentarás beneficios tanto a nivel de la musculatura profunda del abdomen como en los músculos y tejidos de tu suelo pélvico.
7. Electroestimulación
Otra de las técnicas que la fisioterapia de suelo pélvico pone a tu alcance, con el objetivo de intensificar el entrenamiento de los músculos profundos del abdomen, reforzándolos, es la electroestimulación. Asimismo, y si tu suelo pélvico también se ha visto alterado en alguna de sus funciones debido a la diástasis, podrás beneficiarte de esta técnica para mejorar la contracción de tus músculos perineales, si tu fisioterapeuta lo considera oportuno.
8. Uso de fajas específicas
La mejor faja del mundo, la que puedes llevar 24 horas al día, es la activación de tu core, tonificando el músculo transverso del abdomen, como te explicaba en el segundo punto. Sin embargo, si tu transverso está muy debilitado y el tejido fascial seriamente lesionado, existen fajas especialmente diseñadas para el tratamiento de la diástasis que están dando buenos resultados y cuya función es la de aproximar los rectos del abdomen para que cicatrice la línea alba, actuando como un corset natural produciendo la cicatrización del tejido dañado. Eso sí, su uso debe ir acompañado de un programa de entrenamiento de la musculatura profunda del abdomen, sin olvidar el resto de consejos para la vida diaria que protegen tu abdomen.
9. Cirugía
La intervención quirúrgica será el tratamiento de elección sólo en los casos más severos, aquellos que no avanzan tras un programa de recuperación guiado por un especialista, aquellos en los que existe dolor al contraer la musculatura abdominal, si los problemas de incontinencia persisten, o si la lesión de la pared abdominal es importante. En caso de recurrir a una abdominoplastia, la fisioterapia seguirá teniendo un importante papel tanto antes como después de la cirugía: antes, ayudando a que la musculatura llegue al día de la operación en el mejor estado posible, y después, favoreciendo la recuperación de los tejidos y reprogramando la cincha abdominal para que la diástasis no vuelva a aparecer.
Si necesitas ayuda en la tonificación de la musculatura del piso pélvico o quieres trabajar tu postura o tus abdominales sin poner presión a tus músculos perineales, si estás gestando y necesitas orientación como evitar problemas...te invito a contactarme.
He trabajado con gestantes y mujeres en el postparto tal como mujeres antes y después de cirurgía (reconstrucción del piso pélvico) en la Ginecología de la Clínica Universidad Tubingen, Alemania.